En numerosos trabajos publicados que recogen casos de mutismo acinético secundario a diversas patologías, se ha observado el beneficio de emplear agentes dopaminérgicos para resolver este síndrome. Puede darse por ejemplo en infartos frontales bilaterales por vasoespasmo, o por ictus de la arteria cerebral anterior, en casos de hidrocefalia fluctuante, o en encefalopatías postanóxicas.
Las vías dopaminérgica mesocortical y mesolímbica están implicadas en la motivación, y en la activación de funciones motoras. Si se lesionan puede aparecer un mutismo acinético, susceptible de mejorar cuando se instaura tratamiento sustitutivo. Si el daño es a nivel presináptico, la mejora será más factible con agonitas dopaminérgicos, como la bromocriptina, porque al haber daño de las neuronas dopaminérgicas, no hay capacidad para transformar la levodopa aportada oralmente en dopamina.
jueves, 27 de agosto de 2009
miércoles, 19 de agosto de 2009
rtPA en intoxicación etílica
Recientemente hemos observado la respuesta de un paciente al tratamiento trombolítico, tras acudir a urgencias con un ictus isquémico hemisférico izquierdo agudo severo, asociado a una intoxicación etílica. Era un paciente con antecedentes de cardiopatía isquémica que puntuaba 26 en la escala NIH, probablemente algo artefactada por la propia intoxicación enólica. La mejoría fue rotunda tras completar la infusión del fármaco, iniciada antes de 3 horas del inicio del cuadro, con recuperación ad integrum. Se le pautó luego tiamina intravenosa. Puede que el efecto depresor del alcohol en el cerebro, de modo análogo a los barbitúricos, favoreciera la disminución de la demanda energética. Con ello permitiría estirar la ventana terapéutica, y minimizar el daño cerebral.