Los eventos de despolarización cortical propagada los solemos relacionar con el aura migrañosa, pero cuando acontecen en el cerebro gravemente enfermo: en el seno de ictus isquémico agudo, una hemorragia subaracnoidea, un traumatismo craneoencefálico, etc, condicionan una serie de alteraciones en la unidad neurovascular de efecto nocivo. Esto conduce a un aumento del tono vasoconstrictor y a una depleción energética que hace que parte de las áreas de penumbra sufran un daño irreversible. La presencia de este tipo de eventos se considera un indicador independiente de mala evolución. Para su identificación se precisa por lo general de la colocación de electrodos subdurales, aunque algunos trabajos actuales observan una buena correlación con el electroencefalograma de superficie, eliminando pues la necesidad de un registro cruento lo que permitiría expandir la investigación de este tipo de eventos.
Despolarización cortical propagada en el paciente neurocrítico