domingo, 27 de marzo de 2011

Disartria-ataxia paroxística en esclerosis múltiple

Uno de los fenómenos paroxísticos más impactantes en los pacientes con esclerosis múltiple es de la disartria-ataxia. Los pacientes que lo padecen presentan bloqueos bruscos de la capacidad para hablar y para movilizarse, que se resuelven en escasos segundos, y que se pueden repetir cientos de veces durante el día. Cuando se presencian estos episodios, se aprecia como el paciente de repente se paraliza en el hilo de su actividad, hasta que se produce la resolución espontánea. El diagnóstico diferencial inicial se realiza con las crisis comiciales parciales complejas. A diferencia de estas, en los fenómenos paroxísticos el paciente es plenamente consciente de su incapacidad motriz transitoria, que le impide hablar, caminar, escribir etc. Además no se acompañan de automatismos.

Esta variedad de fenómeno paroxístico se relaciona con placas desmielinizantes a nivel del mesencéfalo. La fisiopatología involucrada en su génesis es una alteración en las vías cerebelo-tálamo-corticales, debido a la transmisión efáptica entre axones paralelos dañados a nivel de la placa. La carbamacepina, un estabilizador eléctrico, produce mejorías dramáticas en estos cuadros.
El fenómeno de disartria-ataxia paroxística no es exclusivo de las enfermedades desmielinizantes, los infartos de tronco cerebral, u otro tipo de lesiones mesencefálicas son capaces de desencadenarlos. En las ataxias episódicas hereditarias, también la aparición de fenómenos transitorios obedece a un trastorno en los canales iónicos, en este caso primario. La acetazolamida, un fármaco empleado en el tratamiento de estas enfermedades, también resulta útil en la disartria-ataxia paroxística secundaria. Determinados precipitantes como la hiperventilación, capaz de modificar cambios iónicos en el organismo, son comunes a ambos procesos.

Imagen copiada de Neurology November 14, 2006 vol. 67 no. 9 1684-1686

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