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Ante un paciente que consulta por midriasis uni o bilateral, hay que ser inquisitorio en la anamnesis para descartar una causa farmacológica, pues no solo los colirios, si no también los descongestionantes nasales tópicos que contienen agentes simpaticomiméticos, pueden causar está alteración ocular. La vecindad del ojo y las fosas nasales, que pueden estar comunicados por anastomosis vasculares, o el simple contacto accidental de la medicación aplicada en la narina al frotarse los ojos, pueden explicar el efecto midriático. Recientemente hemos conocido el caso de un varón adolescente, con midriasis arreactiva bilateral y diplopia por afectación del VI par craneal izquierdo, asociado al sobreuso de descongestionantes y a una sinusitis esfenoidal izda que pudo actuar como reservorio del fármaco y prolongar sus efectos secundarios.