Al igual que ocurre con otras vísceras de la economía
corporal como el corazón y el hígado, el cerebro puede claudicar de un modo global
y abrupto produciendo un síndrome confusional agudo. En este se ven
comprometidas funciones diversas como la atención, la cognición, la percepción
y la actividad motora. Los términos: insuficiencia cardiaca aguda, insuficiencia
renal aguda, insuficiencia respiratoria aguda, etc, hacen referencia a situaciones
en las que se produce una rápida disfunción del órgano en cuestión debido a un
factor exógeno (enfermedad médica intercurrente, fármacos, desnutrición, etc).
El síndrome confusional corresponde a una situación análoga que aparece cuando se
afecta el cerebro (insuficiencia cerebral aguda). El resto de las enfermedades
agudas cerebrales se manifiestan como una disfunción focal de un área concreta
encefálica (ictus, crisis comiciales, lesiones desmielinizantes, trastornos del
movimiento).
En este orden de comparaciones, a la demencia, paradigma de
la disfunción cerebral global, se la puede aplicar el término de insuficiencia
cerebral crónica. Igual que un paciente con insuficiencia cardiaca crónica que
presenta basalmente disnea de mínimos esfuerzos es más fácil que desarrolle un
episodio de insuficiencia cardiaca aguda que un paciente sin cardiopatía de
base, el síndrome confusional agudo es también más frecuente en los pacientes
con demencia, debido a que el umbral para que el cerebro claudique en estos
pacientes es más bajo que en un sujeto cognitivamente normal. Al primero le hará
delirar la fiebre, y al segundo solo una noxa más grave o intensa
como p.ej. una intoxicación.
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