T1 sagital con contraste absceso subdural longitudinalmente extenso.
T2 colección subdural con efecto masa, más acusado en el lado izquierdo.
T2 axial tras la laminectomía, resolución del absceso.
T2 axial tras la laminectomía, resolución del absceso.
Los abscesos espinales son causa infrecuente de dolor lumbar irradiado y déficit neurológico asociado. Generalmente se localizan en el espacio epidural, pero pueden asentar también en el espacio subdural. A diferencia de aquellos, no se genera dolor al presionar sobre la región del absceso, dada su localización más profunda. El germen responsable suele ser, al igual que en los epidurales, el staphylococcus aureus.
Se presenta el caso de un paciente de 45 años, que tras ser intervenido un mes antes de una foraminotomía L4-L5 izquierda con raquianestesia, debido a una compresión radicular con lumbociática, presenta un postoperatorio con dolor fluctuante refractario a la analgesia convencional, y en las últimas 48 horas, dificultad para la micción y la defecación, e irradiación del dolor de forma concomitante a la pierna derecha.
En la resonancia se aprecia, en las secuencias T1 con cte, colección subdural con realce en anillo y efecto masa sobre el saco tecal. Se realizó laminectomía precoz y se evidenció la salida de material purulento abundante tras abrir la duramadre. Tras la cirugía se comprueba la desaparición del absceso, que se acompañó de la resolución del déficit neurológico. En los cultivos creció un estafiloco coagulasa negativo, germen común en la piel. Bien por contiguidad tras contaminación en la primera intervención, o por paso al espacio subdural en el momento de la raquianestesia, la infecció se generó en el contexto de la cirugía. Si aparece esta complicación, es clave la intervención quirúrgica precoz para evitar la aparición de secuelas neurólógicas irreversibles.