Existen varios tipos de disociaciones observables en la práctica diaria. Ahora me vienen a la cabeza: la disociación clínico-radiológica, la disociación albúmino-citológica, y los estados disociativos psiquiátricos.
En los pacientes funcionales, aquellos con trastornos psicógenos, se produce una disociación entre la gravedad del síntoma (por ejemplo una amnesia que impide acordarse del nombre del conyuge, o una incapacidad para mover las extremidades), y la repercusión emocional que este síntoma genera. Cuando la reacción normal esperable sería la de la angustia ante tamaño síntoma, el paciente psicógeno muestra cierta indiferencia, sin la preocupación proporcional correspondiente.
Es la belle indiference, que a veces puede asemejarse a la anosognosia.
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