En la fase crónica de las trombosis de senos venosos cerebrales, los hallazgos de resonancia magnética pueden llevar al error en forma de falsos negativos. En este estadio tardío del proceso, la ocupación de los senos venosos está conformada por un tejido fibroso e inflamatorio organizado, que capta contraste de manera intensa, por lo que desparece el signo característico del delta vacío, propio de las fases aguda y subaguda. Este error puede subsanarse si se realizan secuencias de angio RM, en las que se demuestra la ausencia del dibujo normal del seno.
Dada la ocupación de espacio que se produce en el sistema normal de drenaje, la sangre abandona la cavidad craneal por otras vías secundarias, motivo por el cual se observa una hiperemia en la duramadre y mayor patencia de la circulación colateral. Esto puede conducir a un segundo error diagnóstico, ya que la imagen del realce dural paquimeníngeo, tanto en la convexidad craneal, como en el la fosa posterior, puede confundirse con la que se observa en el síndrome de hipotensión de líquido cefalorraquídeo, o en las paquimeningitis.
El transfondo inflamatorio que justifica este intenso realce de contraste en el TC y en la resonancia recuerda al que se produce en el hematoma subdural crónico, entidad caracterizada igualmente por una colección heterogénea con abundante tejido inflamatorio y formación de neovasos.
Figura: Resonancia magnética de un paciente con una trombosis crónica de los senos venosos cerebrales. En “A” se aprecia en secuencia coronal T2 una ocupación del seno longitudinal superior. En “B” la angio RM evidencia la ausencia del trayecto normal del seno. En “C” y “D” que corresponden a secuencias T1 con contraste, en vez de aparecer el signo del delta vacío, se muestran un intenso realce en el seno y también en la duramadre.
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